RECORD TELEVISIÓN, MARCANDO PASOS Y EL CANAL TRO registra la desaparición de una tierra nortesantandereana que hoy dice adios. GRAMALOTE es un municipio menos que nuestro programa deja de destacar, pues las decisiones de la naturaleza nos lo impidieron. Estas memorias estarán por siempre en los corazones de sus habitantes, sus hijos y de quienes teniamos los ojos puestos en sus costumbres, sus historias, su belleza y su gente.
Este es un informe del diario La Opinion: Gramalote se asemeja a una ciudad bombardeada donde solo quedan esqueletos de viejas casas en cuyo interior el tiempo parece detenido, extrañado quizá por la súbita partida de quienes las habitaron.
Este es un informe del diario La Opinion: Gramalote se asemeja a una ciudad bombardeada donde solo quedan esqueletos de viejas casas en cuyo interior el tiempo parece detenido, extrañado quizá por la súbita partida de quienes las habitaron.
Caminar por sus calles es como visitar un museo del terror, pasando sobre muros derruidos, postes y tendidos de luz que forman una maraña con tejas, ladrillos, tapias pisadas, paredes de bahareque y muebles abandonados, todo venido a menos.
Se deben sortear enormes grietas por las que escapa un gas pestilente, que junto a una especie de zumbido de tierra y agua, el crujir del concreto y la madera resquebrajándose, dan el toque dantesco al pueblo que se escurre por la ladera.
Algunos gramaloteros volvieron a escarbar tratando de recuperar algunas pertenencias, que debieron dejar para resguardarse de la violencia de la naturaleza que destruyó el patrimonio de años de trabajo, la herencia de los abuelos y las mejoras de las nuevas generaciones.
No les importó que las casas siguieran cayendo, la iglesia San Rafael perdiera la nave principal y poco quede de ella, lo mismo que de la Alcaldía, el convento de las Bethlemitas, del hospital Juan Vicente de Paul, la estación de Policía y aquellas construcciones insignes.
Burlaron los controles, subieron la pendiente afanosamente, aún a riesgo de la propia vida. Ese acto parecía más un doloroso reencuentro o el deseo de formalizar un adiós, aquel que no fue posible dar el 16 de diciembre por la orden de evacuar ante la inminencia del desastre que con el correr de las horas fue mostrando su monstruoso rostro.
Más que enseres de valor, buscaron aquellos objetos que les permitirán mantener viva la memoria, los álbumes fotográficos, reliquias religiosas, pinturas, instrumentos musicales, libros y otros recuerdos de familia que guardarán como verdaderos tesoros, cuando Gramalote ya no sea sino un recuerdo y el Cerro de la Cruz haya terminado su tarea.
Al marcharse, embargados por la desesperanza, volvieron la mirada y no faltaron las lágrimas, los abrazos, el propósito de no olvidar y la promesa de volver a pisar la tierra que hoy los lanza a un futuro incierto.
Antes de subir a los camiones y vehículos que aguardaban al pie del puente sobre la quebrada la Caldedera, agradecieron a Dios por estar vivos pese al desarraigo al que se ven abocados, juraron que refundarán a Gramalote, que resurgirán como pueblo y que volverán a ser una sola familia como hasta ahora lo han sido los gramaloteros.
Informe de: LUIS EDUARDO BAUTISTA - eduardo.bautista@laopinion.com.co
Vea más información pues desde ya se busca espacio para construir de nuevo este municipio nortesantandereano. ver: http://www.laopinion.com.co/noticias/index.php?option=com_content&task=view&id=364356&Itemid=28
GRACIAS POR APOYAR NUESTRO MUNICIPIO. GRAMALOTE SEGURAMENTE LO MOSTRARÁN USTEDES POR EL CANAL TRO. ESPEREMOS SEA PRONTO LA RECONSTRUCCIÓN.
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